lunes, 9 de junio de 2014

Entrevista con Daniel García: Habitante del abismo, poeta urbano, ilustrador

Vimos ya que el título de arte es un privilegio que se auto-otorga la cultura dominante, mientras desplaza a la periferia las formas subalternas. Una teoría americana del arte, no podrá limitar el tipo de materiales, excluyendo los de escasa duración. Lo efímero, como se dijo, puede ser expresado por obras durables, pero no resulta menos poético hacerlo con materiales igualmente efímeros. Una teoría del arte dará mayor relevancia a la acción artística en sí, que a la que a las obras .(Acha, Colombres, Escobar, Hacia una Teoría del arte, 2004: 24 a 27)



Quién no lo ha visto en Cañada repartir sus poemas, como también lo hicieron otros, como nuestro querido Horacio Sotelo. Daniel García es uno de esos "habitantes del abismo", pero no se victimiza, es un laburante de la palabra, autodefinido así.

Un telegrama de despido, seguramente en una noche muy larga y muy oscura, marcó para siempre su destino de poeta de la calle, hacedor de versos y dibujos bestialmente sinceros y sentidos...
Pero su vocación con la literatura empezó mucho antes, a los 15 años y 14 años se pulió su don entre los autos, entre los rostros desencajados e indiferentes de los paseantes, vendiendo sus poemas, mientras las ruedas de los coches a veces avanzaban seguramente como estampidas feroces de elefantes.

Este rosarino sufrió la "marca del demonio", el 1999, fecha en que seguramente se quedó algún tiempo absorto mirando ese telegrama de despido, con tres bocas que alimentar.
"El desastre del menemismo", lo llama él y, así, pasó un día de repartir cientos de curriculums en Rosario a vender lo que tenía "a la mano", los poemas.

Por el primer poema recibió 25 centavos, de una mujer en una renoleta, con eso compró un sachet de leche y de ahí se aferro a esa estrategia de vida. Aunque él insiste en no llamar "refugio" ni "guarida" a su obra, sino su trabajo, simplemente.

No se considera del todo un marginal pues es uno de los autores más "vendidos" y "leídos" de Córdoba aunque sus creaciones no descansen prolijas sobre alguna librería olvidada del centro o con la presión del slogan y el cliché mercantilista.

Fisicamente tiene la mirada esquiva, lo siento un anacoreta, en "su esquina" está solo. Se define como "antisocial", pero tiene esa mirada transparente y el gesto generoso de convidarnos sus poemas y de redefinir el tedio social de una Ciudad que es bastante reacia a recibir cosas de los demás.

Es sistemático en lo suyo: comprar la resma, escribir todo el día, corregir, volver a escribir, habitar su esquina cada día ante la indeterminación del clima, natural o social. Siempre allí.

"Soy un artista" se define y se reconoce como tal porque no habría modo de no concebirlo así:
 "El sistema literario está lleno de paradojas", "todos los políticos que por allí pasaron me ofrecieron algo y aquí estoy", "puedo ser un buen artista, recibo el reconocimiento de la gente, vendo, pero estoy en la calle", "Luis Juez me dijo que soy su poeta preferido", "el dinero es un gran problema, pero escribir es mi oficio, a veces hasta me piden que no lo haga o se acercan a mí con admiración o compasión: dos cosas que no me gustan", "lo que quiero es que me dejen en paz, en mi esquina, pero claro que querría que una editorial confiase en mí, soy un artista".

Me cuenta que vive en un espacio muy pequeño, en una pieza que marca unos límites muy escuetos, tal vez más pequeños que los de esa esquina donde habita "solitario". Quisiera quedarse al final de sus días sólo con sus hojas y con el amor de sus chicos. Se reconoce, a pesar de todo, un padre presente y pasa la manutención a sus hijos. Duarte Quiros y Cañada es su lugar, pero el lugar en realidad es mucho más grande, pues es un artista excepcional.Tiene miles de poemas y una novela. Editores: a no perderlo de vista

Desde aquí llamo, no a la solidaridad sino a la sensibilidad para leer y mirar un poco más:



Historia marginal de Córdoba, breve compendio y proyecto "TODOS SOMOS NEGROS"





Historia negada:


Córdoba es la segunda ciudad más importante, después de Buenos Aires, en cuanto al número de habitantes (en 2001, alrededor de un millón, doscientos mil habitantes), mucho de los cuales consideran al cuarteto una parte muy importante de sus vidas.

El legado religioso de los jesuitas y de otras órdenes eclesiásticas  puede verificarse en el carácter conservador de gran parte de la población (especialmente la clase media y alta) de la Ciudad y se observa urbanísticamente en el gran número de iglesias que son uno de los principales centros atractivos para el turismo. (Bischoff, 1979:76)

La universidad  fundada por los jesuitas en 1613 es una muestra cabal también del exquisito legado arquitectónico del barroco colonial religioso, se trató de la primera universidad del país y, por ende, aquella que nos valió el nombre de "doctos", por el gran número de graduados en estas latitudes, aquello que asombró a Sarmiento como hecho rescatable dentro de la "barbarie" del resto de las provincias, alejadas de los centros educativos.

Pero también Córdoba tiene un largo muestrario de resistencias y rebeliones internas, pese a su fama de "conservadora", desde la reforma estudiantil de los estatutos de la Universidad Nacional  en 1918 hasta el movimiento de revuelta obrero-estudiantil que tuvo lugar en 1969, durante la dictadura de Onganía.

¿Y la discriminación?  Ésta también es una parte constitutiva de la vida de los cordobeses, visible incluso en muestras de un humor de tipo clasista y sexista que se muestra ofensivo frente a las mujeres, y en especial frente a los "no heterosexuales" como así también frente a las clases populares tildadas como "negros", con ejemplos de su torpeza, su ignorancia y su falta de rigor para con su aseo personal y su voluntad de "progreso" individual mediante el trabajo (Hepp, 1988, 227 a 250). 

En el humor, el "negro" ocupa el lugar del "atorrante" en la picaresca aunque termina siendo un ejemplo de humor bastante denigrante de las formas y actitudes de las clases populares, del acento marcado de su dialecto regional separado del español formal y de su tendencia a la procacidad y el vicio, es el tono de la mayoría de los chistes de "El Negro Alvarez", de "Cacho Buenaventura" y de otro personaje recientemente "mediático", la Mole Moli, quien cumple el rol de "bufón" de turno por su ignorancia frente a algunos temas sobre los cuales estratégicamente les pregunta un conductor supuestamente "avezado"  para hacer reír. Veamos otro caso:



En el dibujo se muestra claramente que el personaje del "pícaro" pertenece a la clase popular, a la clase obrera y que tiene un tono de piel morocha.

Veamos un poco más de historia: Cuando los españoles arribaron a la región del Río de la Plata, las comunidades originarias trabajaban la agricultura principalmente , es el caso de nuestros primeros habitantes, los comechingones. Por la "docilidad" de las poblaciones, rápidamente muchos aborígenes fueron explotados para otras labores manuales siempre al servicio de los españoles, por lo cual la labor manual, en termino de rigor marxista (la clase obrera) siempre fue denigrada por los criollos quienes los usaban como "mano de obra barata" o, directamente, "esclavos".

Incluso la influencia de los esclavos en Córdoba es muy grande, pues hubo un gran afluente de ellos incorporados por los españoles, como así también otros pobladores del destruido imperio incaico que aportaron linguísticamente la influencia del quechua en nuestro dialecto cordobés. Por ejemplo, a la mezcla de un español castizo con el dialecto comechingón, le debemos la clásica "tonada cordobesa" que consiste en la prolongación de la vocal de la sílaba previa a la tónica. 

El catolicismo instruyó a estas poblaciones de indios, negros, mestizos, zambos, en la "docilidad" y el respeto por las normas de sus "patrones" operando en un automenosprecio de su propia cultura y de su propio valor dentro de la economía de la región, hecho que se mantuvo firmemente siglos después.
Los primeros esclavos africanos arribaron en 1588. En un censo de 1979 se observaban 17.340  españoles o "criollos", 5482 indígenas, 14892 mulatos  y 6.338 esclavos. (Bischoff, 1979:69-71).

Sin embargo el término "negro" generalmente no designaba a la etnia, sino, por extensión, a todos los trabajadores de la labor manual asociada al trabajo esclavo de poblaciones consideradas "inferiores" no sólo socialmente sino hasta psíquicamente En muchos otros comentarios de este blog, hemos enlazado la discriminación a la clase obrera, manual, al sector informal de la economía con el término "negro", el trabajar como un "negro" es el tópico más crudo que sirve de ejemplo.

Empezamos diciendo que el cuarteto es la música más popular de Córdoba, como no podía ser de otra manera porque ella proviene de las zonas rurales y pobres de Córdoba, siendo avalada por la clase obrera, por ese sector de los trabajadores manuales, ella es un compendio de la marginación y la exclusión social, como así también de la discriminación que sufren, según fuentes de INADI el 40% de los cordobeses. ¿Qué mejor ejemplo de nuestra dolorosa historia ?
La dolorosa historia de nuestros ancestros, africanos e indios, ha sido sistemáticamente negada en el imaginario promedio de gran parte de los cordobeses que sólo reconocen su cuota de influencia a la inmigración europea o a los criollos que habitaron este suelo argentino.
Sin embargo, el revisionismo histórico también esta llegando a nuestro arte, en más de un ejemplo que rescatamos siempre en este sitio. 

Proyecto "Todos somos negros"

Durante 1805, en Haití los esclavos negros protagonizaron una olvidada revolución. Tras la revuelta, se promulgó una Constitución nacional, que entre otros aspectos, determinaba que “todos los ciudadanos, de aquí en adelante, serán conocidos por la denominación genérica de negros”.
¿Qué ocurriría hoy en Córdoba –donde la denominación “negro” suele ser utilizada de manera despectiva– si alguien se le ocurriese reivindicar ese término?
José Sasia, un tesista de la Facultad de Arte, se lo preguntó y no dudó en desarrollar “todos somos negros”, una intervención artística para “dar vuelta” esa carga negativa de la palabra negro. La intervención es ingeniosa: distribuirá mosaicos con la leyenda inclusiva, para que cualquier vecino interesados puedan colocarla en veredas de toda la ciudad.
“Quería hacer algo con los espacios que quedan en las veredas rotas, cuando falta algún mosaico. Estas losetas son una forma de inscribir ahí un mensaje hermanado con los grafittis o las pintadas callejeras, pero de mayor duración”, dice entusiasmado José con su tonada cordobesa, mientras descarga en el Pabellón Argentina 120 mosaicos de su Fiat Spazio. Desde ese lugar de la ciudad Universitaria, los distribuirá a toda la ciudad.


Bibliografía:

Bischoff, Efraín. (1979). Historia de Córdoba: Cuatro siglos. Editorial Plus Ultra, Buenos Aires.
Hepp, Osvaldo (1988). La soledad de los cuartetos. Editorial Letra, Córdoba.
Florine, Jane L. Cuarteto Music and Dancing from Argentina: In Search of Tunga-Tunga Universitty Press of Florida. 
"Mosaicos contra el pisoteo discriminador", nota en Diario Día a Día, 23/10/2013, disponible en http://www.diaadia.com.ar/cordoba/mosaicos-contra-pisoteo-discriminador 


martes, 3 de junio de 2014

El nocaut de la poesía: INVITACIÓN VIDAS DE MIÉRCOLES



La cita obligada es los MIERCOLES A LAS 21: 30 EN CASA BABYLON.  (entrada libre y gratuita). 
Y digo "obligada" porque son poetas jodidos, y si no vas, te acosarán eternamente o, como cuervos rapaces asediarán tus redes sociales hasta que, como oveja descarriada, retornes al lugar donde vive la poesía, en feroz batalla contra la indiferencia, en una sociedad marchita, insensible al dolor ajeno.

 Y ante tal fortaleza ética de nuestros "poetas malditos" (pero con corazón gigante) es mejor no discutir porque nadie quisiera ser asesinado por un poeta, porque sin poesía el mundo sería insoportablemente REAL. 

En el lugar previsto se dan cita las experiencias, corre un torrente sanguíneo de emociones que llevan los poetas consigo y se las obsequian al público-. En realidad  todos somos poetas y todos somos voyeurs o públicos disfrazados de poetas y poetas de público.
En el centro del ring: los poetas leen y los oyentes poetizan sus oidos. Así:





La batalla se gana con la letra, pero no con el floripondio de la rima exacta. No señor, no tenemos la rima exacta ni el verso justo, pero sí el corazón latiendo en la mano. no se preocupe, la sangre derramada sólo es de tinta, pero hiere la conciencia, nos hace pensar, es arte militante de puñal hecho en flor. 

El edificio se parece bastante a los que dieron inicios a los primeros encuentros del arte militante, el arte socialista, el "Teatro del Pueblo".

Alguien, no importa quien, toma la palabra y la deja bailar libremente alrededor del salón, calentándose con el justo acompañamiento de un whisky o un local fernet.

¿Que es poesía? Poesía es luchar contra el lenguaje anquilosado, enfrentar la lógica excluyente del racionalismo que yo llamo "colonizador de almas". Aunque la novela es más prosaica y por ende más occidental, la poesía es visual y como es un símbolo oscuro nos remota a ancestrales épocas donde la comunidad era todo y no se usaban los signos sólo para el provecho propio. 

Cuentan los mayas que a los hombre de maíz, los dioses les dieron las palabras para que eternamente les agradecieran. De ahí que finalmente, al culminar el arcoiris de esta colectivo poético tal vez usted encuentre una palabra divina, como esa que lo emocionó tanto, cuando usted descubrió que sólo era un hombre en la magia de un mundo indescifrable.

Peleamos, sí,  contra el cliché, contra el hastío, el sinsentido, la amargura. O mejor, en vez de pelearnos con la con la tristeza y el miedo, los invitamos y lo olemos y lo ultrajamos  y les pegamos con nuestra fortaleza de amor infinito, con golpes certeros de sonidos bellos y calidad comunitaria.

Es adentrarse al mundo de la bohemia, el arte sin reglas. No sabemos quien gana, pero al final todos salimos tristes o contentos, pero más humanos.

La apuesta es de Iván Ferreyra, el ruso anarquista "anclao" en Córdoba, el fantasma de Arlt y su célebre propuesta para el arte, creo, son en palabras prestadas de su alter ego, a media voz entre el Fracasado El Polo y los Ivanes "rudos" de sus textos:


Estoy contento de haber tenido la voluntad de trabajar, en condiciones bastante desfavorables, para dar fin a una obra que exigía soledad y recogimiento...
Digo esto para estimular a los principiantes en la vocación, a quienes siempre les interesa el procedimiento técnico del novelista. Cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte. Sobre una bobina de papel o en un cuarto infernal. Dios o el Diablo están junto a uno dictándole inefables palabras.
Orgullosamente afirmo que escribir, para mí, constituye un lujo. No dispongo, como otros escritores, de rentas, tiempo o sedantes empleos nacionales. Ganarse la vida escribiendo es penoso y rudo. Máxime si cuando se trabaja se piensa que existe gente a quien la preocupación de buscarse distracciones les produce surmenage.
Pasando a otra cosa: se dice de mí que escribo mal. Es posible. De cualquier manera, no tendría dificultad en citar a numerosa gente que escribe bien y a quienes únicamente leen correctos miembros de su familia.
Para hacer estilo son necesarias comodidades, rentas, vida holgada. Pero por lo general, la gente que disfruta de tales beneficios se evita siempre la molestia de la literatura. O la encara como un excelente procedimiento para singularizarse en los salones de sociedad.
Me atrae ardientemente la belleza. ¡Cuántas veces he deseado trabajar una novela, que como las de Flaubert, se compusiera de panorámicos lienzos…! Mas hoy, entre los ruidos de un edificio social que se desmorona inevitablemente, no es posible pensar en bordados. El estilo requiere tiempo, y si yo escuchara los consejos de mis camaradas, me ocurriría lo que les sucede a algunos de ellos: escribiría un libro cada diez años, para tomarme después unas vacaciones de diez años por haber tardado diez años en escribir cien razonables páginas discretas.
Han pasado esos tiempos. El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo. Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un "cross" a la mandíbula. Sí, un libro tras otro, y "que los eunucos bufen".
El porvenir es triunfalmente nuestro...

Roberto Arlt, En Prólogo a Los Lanzallamas