jueves, 27 de marzo de 2014

"Rodrigo es un sentimiento": identidades populares, fenómenos locales y estructuras de sentir en la voz de Rodrigo Bueno

 Para Carlitos Rolán, poeta del pueblo


Rodrigo Alejandro Bueno (Córdoba (Argentina), 24 de mayo de 1973 – Berazategui, Buenos Aires, 24 de junio de 2000), conocido por su nombre Rodrigo o por el apodo El Potro, fue un cantante argentino de cuarteto.

El estilo de Bueno estuvo marcado por su carisma y energía sobre el escenario. Su vestimenta junto con sus extravagantes cortes y teñidos de pelo lo diferenciaron de otros cantantes de cuarteto. Durante su carrera, Rodrigo expandió su estilo musical por toda la Argentina consagrándose como uno de los máximos exponentes de su género. El "Rodrigazo" (pero musical) selló la emergencia del cuarteto en Buenos Aires.

Tal vez era Rodrigo la figura más propicia para lograrlo: carilindo y de aspecto bonachón, era sin duda más asimilable para algunos que cantantes como La Mona o Pelusa.

De cierto modo Rodrigo es el Luis Miguel del cuarteto. El emergente del género que más hondo coló en las cámaras porteñas con baladas románticas y un cuarteto reciclado con influencias del merengue y la salsa. Más allá del fenómeno mercantil (que ciertamente se llevó la vida de Rodrigo consigo), trataremos de evaluar la incidencia de la música popular en la "estructura del sentir" de los jóvenes cordobeses hacia fines de los 90.

 Raymond Williams, revisionista del marxismo ortodóxo en línea política afín a sus propósitos, elabora el concepto de "estructuras del sentir" para referirse al conjunto de formas y convenciones sociales significativas de una clase social y variables según el tiempo y espacio.

Las convenciones sociales, que serían aquellas relaciones establecidas en una sociedad para interpretar la realidad, varían según el período histórico en el que nos encontremos, y aparecen reflejadas en todas las producciones culturales realizadas por los miembros de esa sociedad en período de coetaneidad y coexistencia.

Se trata, en definitiva, de todos aquellos elementos que hacen que reconozcamos un disco, una película o un libro como ingleses, franceses, o más, acá del tema, que llevarían al grupo de fans de Rodrigo proclamar el "cordobesismo" de su autor.

 Estas convenciones aparecen naturalizadas en una tradición cultural en concreto y, por tanto, hacen posible la hegemonía de una ideología sobre el resto de las coexistentes en un mismo momento histórico dado. Son maneras de ejercer el poder a través de los sentimientos, de manera profunda y casi imperceptible pero determinante. No obstante, también las posiciones en pugna de los subordinados crearían estos fenómenos naturalmente como modos de réplica.


De hecho, la tradición que formaliza ciertas estructuras del sentir no siempre es la única forma de encontrarse con este fenómeno, que suele revestirse de formas emergentes (nuevas estructuras de sentir que de un plumazo echaron por la borda la "vanguardia" del romanticismo en los años 20, por ejemplo) o de formas residuales (estructuras de sentir que permanecen como válidas, pese al desfasaje o la distancia con el momento histórico de su producción, como es el gusto por el costumbrismo que dio vida a los sainetes y permanece aún en las nuevas novelas argentinas).

Estas estructuras de sentir, permiten ver de manera más profunda la influencia del pode de manera multidireccional y no sólo vertical (como el caso de la base/superestructura que había propuesto Marx). Williams argumentó la co-ocurrencia de fuerzas culturales subordinadas, residuales, emergentes, alternativas y oposicionales coexistentes con las dominantes, que establecen entre sí distintas relaciones de incorporación, negociación y resistencia.

 En los años 90, el feroz neoliberalismo incidió en la criminalización de la pobreza y, en especial, de los jóvenes de clases populares, relgando simbólicamente de nuevo al cuarteto a las "catacumbas" de una nueva dictadura económica. Los cuarteteros eran los antes "extraños de pelo largo" de los 70. Personajes siniestros en la imaginería de la clase media promedio que sólo veía en ellos una expresión de "barbarie" y emergencia de la ilegalidad.

En el 87, La Mona había frenado la bochornosa represión policial en Cosquín con esta frase a su público "Vámonos, que nos creen unos bárbaros" (Hepp, 1994: 87). Las buenas letras de Flavio Alberto Bueno (familiar de Rodrigo Bueno) hicieron entrar a Rodrigo por la puerta principal. Los programas mediáticos se desvivían por contar con su presencia. Y Rodrigo cantaba:

 Oigan señores yo les quiero así contar, con muchísima emoción dónde nació mi canto Chispa, tonada, piano, bajo y acordeón Así tocaba leonor ritmo de cuartetazo El pibe berna, carlos "pueblo" rolán Y el cuarteto de oro Le dieron música, alegría a mi ciudad Soy de la universidad de la alegría y el canto. Le dieron musica alegria a mi ciudad , Soy de la universidad cordoba te quiero tanto Soy cordobés, me gusta el vino y la joda Y lo tomo sin soda Porque así pega más, pega mas, pega mas Soy cordobés,y me gustan los bailes Y me siento en el aire Si tengo que cantar. De la ciudad de las mujeres más lindas, Del fernet, de la birra madrugadas sin par. Soy cordobés, y ando sin documentos Porque llevo el acento de córdoba capital. Como creyente yo le doy gracias a dios por esta Bendición que en la sangre llevamos Todo el año "tunga tunga" del mejor es nuestro Rocanrol y a la mona idolatramos. Se para el lunes porque hay que descansar De todo lo que bailamos Y el martes encaravanados otra vez Hay que lustrar los pepes porque a algún lado nos vamos. Soy cordobés, Me gusta el vino y la joda y lo tomo sin soda Porque así pega más. Soy cordobés, Y me gustan los bailes y me siento en el aire Si tengo que cantar. Soy de alta córdoba dónde está "la gloria" O en jardín espinosa a Talleres tu lo ves y si querés Yo te llevo para alberdi dónde están los celestes Mi pirata cordobés. De la ciudad de las mujeres más lindas, Del fernet, de la birra madrugadas sin par. Soy cordobés, y no me importa si es Gorda como el arco de córdoba La quiero para bailar  


Aunque mucho había pasado ya del período de facto, la sociedad aún veía a los jóvenes como amenazantes "extraños de pelo largo" y mucho más a las clases populares que venían en franca caída hacia mayores índices de desocupación, pobreza, desesperanza. No obstante, la clase obrera en particular siempre fue una gran consumidora del cuarteto cordobés. En ellos, no estaba la presión de tener que congraciarse con las "estructuras de sentir" de sus patrones ni debían impostar una distancia cultural con esos fenómenos masivos que tanta alegría habían dado al pueblo. 
Mientras que la pobre Mona llora en el 86 porque "se le han tomado todo el vino" (bebida figurativa de la celebración popular en ese tema), Rodrigo disfruta de los tragos y la buena vida de un joven que -rebelde- replica a sus mayores, pero se da el gusto de la legitimidad.
Y la frase clave es "cordobesismo". El cuarteto vuelve sobre la innegable incidencia del cuarteto en la vida social de los cordobeses. Es decir, en nuestras "estructuras de sentir" que -aunque variables en el tiempo- poseen formas residuales de legitimidad asodias con emblemas de nuestro pueblo: el humor, la Universidad (notese que aunque se habla de "Universidad del Canto" el primer lexema suena demasiado profundo en esa alma de los "doctos" cordobeses como para objetar algo a posterior) y también de las buenas mujeres y la picardía de las gentes del interior que se jactan de tener destreza para gozar con ellas y pasarla bien frente a los "aburridos" hermanos de la capital.
El tema Bs. As. vs. Córdoba siempre estuvo en la estructura de sentir de la gran mayoría de los cordobeses. Tal vez por muerte de Quiroga en estas tierras -para dolor de tantos federales que habían apoyado la causa de Rosas-. Tal vez porque en el interior -y más en los 90- siempre nos resta esperar resoluciones de Buenos Aires y tratar de visibilizarnos allí para que nuestro reclamo tenga mayor impacto o quizás sólo sea una cuestión de revalorización del espacio asociado a ciertas costumbres compartidas.
Y en el cuarteto, como en el folclore, la simbolización del paisaje y la revalorización del mito de origen (lo que en el tango era el barrio), ocupan un lugar preponderante y varios temas hay que exigen la legitimidad del género como auténtica expresión de Córdoba.

Como sea, Rodrigo le decía a esos miles de fans que  ellos hablaban a través de él. Nos encandilaba de nuevo con el sueño del paisano que triunfa en Buenos Aires. 
Detrás de esa ficción, los partidos trataban de sacar partido, los pobres esperaban ya no ser pobres, la clase obrera conjuraba el temor de perderlo todo otra vez más, los ricos se entonaban con la alegría de este género musical de "bárbaros" cordobeses que antes eran expulsados de todo recital importante. Detrás de esa ilusión se vaciaban las arcas del estado benefactor y se reprimía brutalmente. Detrás de eso, como siempre, a los cordobeses se nos tomaban todo el vino y la vida de Rodrigo Bueno se escurría en el asfalto porteño. 

Nacía el mito,  el Rodrigo Santo, como la Gilda iluminada por el cielo.
Para Pablo Semán: 
En la religión popular lo sensible, lo  intituitivo y lo emocional juegan un papel vital.
Existen fiestas populares que se traducen en ritos, ofrendas y peregrinaciones de fieles. Lo masivo también es sacralizado en especial por los jóvenes de las clases populares: el fútbol, la música, los ídolos  populares. Es decir “la singularidad de la experiencia cosmológica de los sectores populares radica en que está más acá de las distinciones entre lo trascendente y lo inmanente, entre lo natural y lo sobrenatural y supone que lo sagrado es un nivel más de la realidad. (23)

En la estructura de sentimiento de las clases populares, Rodrigo era el nuevo caudillo que "triunfaba allá" y que mataban injustamente. 

Ver:
Semán, Pablo. La religiosidad popular. Edciones Facultad Libre. Bs. As. 2012. 
Williams, Raymond. Marxismo y Literatura. 


jueves, 20 de marzo de 2014

ENTREVISTA A LA ESCRITORA MARIANA VALLE. Nota publicada en Diario del Oeste. Córdoba. Marzo de 2014.

1).¿En qué época de tu vida y cómo surge tu vocación de escritora?

Mi vocación empieza cuando yo tenía 8 años. Me había quebrado el brazo y me aburría mucho. Fue mi período más prolífico. A los 8, 9 y 10 escribía mucho: cuentos, poemas y hasta hice una pequeña obra teatral que representaron alumnos del jardín de infantes de la escuela Vicente Fidel López, cuando yo iba a cuarto grado.
Mi primer vocación fue ser escritora para niños e ilustradora. Una no pudo ser. Mi mamá nos compraba los clásicos en sus versiones infantiles, leíamos muchas historietas. Recuerdo a María Elena Walsh, a Elsa Bornemann, a Graciela Montes. Ya el sólo presentir el olor de esos libros y esos colores hermosos cuando mi mamá llegaba del trabajo me ponía muy feliz. Estudiar Letras fue el curso normal de todo este fanatismo por los libros.
Mis maestras me recuerdan leyendo en los recreos, inventando cosas. Mi señorita Alicia, mi profesora del secundario M. Eugenia fueron mis grandes inspiraciones también, porque a ellas le encantaba darnos material de lectura infantil.

2).En tus escritos y sobre todo en tu novela No dejes que el viento nos arrastre, te referís a Córdoba, a sus lugares, a sus plazas, a su gente y costumbres: ¿Cuál es tu intención al hablar de todo esto?
Esos espacios tienen un gran significado para mí, que tiene que ver con mi experiencia, con mis recuerdos. Yo también llevo adelante un proyecto de doctorado referido al análisis de la literatura cordobesa, las leyendas, los nuevos escritores, los cuartetos.
Me fascina saber más sobre esas cosas que yo veo a diario, reconocer la historia que acarrean esos bancos de las plazas, las barandas de las escaleras que hoy son un mercado, pero antes fueron una escuela, un escenario de alguna lucha obrera.
Yo creo que los cordobeses tenemos una historia fascinante que condensa casi todo: el humor, la danza, el legado cultural religioso y cosmpolita. Pero a la vez somos un lugar chico, nos conocemos todos. En el centro siempre vemos las mismas caras. Somos a la vez una ciudad, pero lejos de la masividad de Buenos Aires.
Adoro sentarme en la plaza, mirar la gente que pasa, sobre todos aquellos más vulnerados por el sistema: los vendedores ambulantes, los viejitos que hacen cola en el banco. Cada lugar de Córdoba inspira una buena historia. Sólo hay que saber mirar más allá de lo aparente.
Ahora estoy en un proyecto referido a rescatar la tradición oral y los nuevos narradores de Córdoba. Tengo un blog llamado “La Docta Literaria” que es mi gran refugio espiritual cuando le reprocho muchas cosas a Córdoba, en lo referido sobre todo a la gran inequidad social que hay aquí y especialmente a algunos gobernantes y a ciertos medios de comunicación. }
Pero si le reprocho cosas, es porque la quiero tanto.

3). ¿Hasta ahora qué has escrito y/o publicado y qué estás escribiendo en este momento?
Publicado poco. Hojas sueltas, revistitas. Y el libro que citás. Ahora estoy escribiendo un volumen de cuentos titulado “Variaciones sobre el Flautista de Hamelín” que comprende historias referidas a la música popular como un vehículo de expresión de los jóvenes. De sus miedos, sus deseos, sus primeros amores...
4).¿Cuál ha sido la mejor y la peor crítica que has recibido? ¿Y esto influyó en tu escritura?

Críticas malas son las mías. Soy muy perfeccionista. Críticas lindas la de los chicos, que se emocionan con ese relato del primer amor como yo. Cuando escribo vuelvo a ser un poco esa chica solitaria y soñadora de mi infancia. Rilke dijo que “la verdadera patria del hombre es su infancia”. Siempre volvemos a ella.

5).¿En alguno de tus escritos narrás alguna experiencia personal?
De algún modo, en todos.

6).¿Con cuál escritor te sentís identificado y cuál es tu preferido?
Va por etapas. Ahora me enganché con Proust yu estoy leyendo una novela de un chico de Córdoba llamado Marcelo Dughetti que me gusta mucho.
Ah! Y estoy leyendo a González Tuñón, es un autor genial.
Mi corazón está con Cervantes, con Arlt, son mis autores de cabecera.


7).¿Qué función crees que debe tener un escritor en la sociedad?
La función del escritor es escribir, inaugurar otro discurso. La literatura es en sí un bien social. Tiene un lenguaje y una forma diferente a otros discursos como la política o el periodismo. Y si me preguntás, creo que la literatura es fundamental porque al no tener una pretensión de realidad es la forma más potente de plantear ciertas réplicas sociales, denuncias. Y aunque la literatura no sea social, igual es un valor. Ella nos dice cosas que nosotros ya no vemos...pero que igual están.

8).¿Cuál es tu sueño o meta, vinculado a tu tarea de escritora que te gustaría cumplir?
El título de escritora siento que me va grande. Soy una persona que escribe para vencer su soledad, sus miedos. Escribir para no morir. Me lo dijo un poeta de la calle: Horacio Sotelo. Cito: “porque estos versos, me están salvando la vida”.

9). Por último: ¿Cómo das a conocer tus obras y dónde pueden adquirirse?

Quinto Final by Mariana Valle

martes, 18 de marzo de 2014

Infancia Clandestina: Marcelo Dughetti y la novela social en Córdoba



Surgimiento de la Novela Social:

La novela social por excelencia es la que surgió en Europa, con el causal de la Revolución Industrial (1750-1840) y el largo padecimiento de los pobres, los despojados del nuevo sistema económico.  El largo perido victoriano en Inglaterra (1837-1901) había marcado una etapa de cambios en los modelos productivos que hicieron que las gentes emigraran en masa del campo a la ciudad. Pre y pos Revolución Francesa (1789), se dieron motines por hambre donde los hambreados derribaban los toneles que llevaban el trigo como repudio al alza de los precios y la baja calidad del "pan de los pobres".
Eran "bandidos nobles" que amenzaban a los nobles en un juego de palabras: bandidos de nobles, o bandidos nobles (con reputación) porque exponían la vida para el alimento de su comunidad, como señala Hobsbawm.
Las severas leyes de una sociedad pacata como la inglesa en tiempos de convulsión social modificaron el código penal para que los pobres que no tenían para pagar sus deudas fueran a prisión con la "posibilidad" de hacerlo con sus familiares. Ello evitaría que los familiares pudiesen convertirse en futuros ladrones.
Las "work houses" de la Inglaterra Victoriana eran otros "panópticos" de control donde se encerraban a indigentes, locos, huérfanos, sospechosas de prostitución, etc. para impedir futuros "riesgos sociales".

La pobreza en Córdoba

La interrupción del régimen democratico en los 70 significó una feroz caída de los valores financieros. Se inició un plan de vaciamiento del estado que antes que había seguido un modelo benefactor, en especial en los primeros gobiernos de Perón. La privatización excesiva, la toma de deudas con agentes internacionales y el descontrol de la deuda pública interna en propaganda y métodos de "control" de la población significó un devastador aumento de precios y descenso en el nivel de vida y mayor volumen de las tasas de desempleo.
Un modelo que se prosiguió en el radicalismo y más aún en los 90.


Las políticas públicas del gobierno menemista, inscritas en el consenso de Washigton – y por ende, signadas por la condición de país deudor-, se caracterizaron principalmente por la apertura de los mercados, la desregulación y la progresiva  privatización de los activos estatales (…) Estas políticas llevaron a la concentración progresiva de la riqueza, la destrucción de la pequeña y mediana industrias, la transformación del mercado laboral (con el aumento de la desocupación, la precarización laboral y el crecimiento de la economía informal) y el aumento de la desigualdad en el acceso a los servicios públicos
Estas transformaciones tuvieron como consecuencia la fragmentación de las clases medias (con la división consiguiente en ganadores y perdedores (…) La precarización laboral afectó la construcción de identidad de los sectores populares, cimentada en el pasado de los derechos adquiridos durante el primer gobierno de Perón.
Este es el cuadro de los 80 y los 90, en ámbito nacional y provincial , con datos crudos que no referimos aquí por motivos de espacio. La novela que cito es de 2012 y es un exponente de estas situaciones causales, como cabe destacar también de los métodos excluyentes de urbanización en "barrios ciudades", en 2003 y la ausencia de los bienes y servicios básicos en estos nuevos "ghettos" de pobres, también acorralados por un sistema penal que prevé la figura del merodeo como resquicio legal para el ataque a los jóvenes de sectores populares que quieren acceder a espacios comunes.

Infancia Clandestina


La Bicicleta Roja, de Marcelo Dughetti es una novela social ambientada en Córdoba. Sus características acordes a este gènero se basan en el realismo, los personajes fielmente representados en su idiosincracia, su modo de hablar, sus problemas.

El espacio es un lugar real y sigue el modelo de la crónica, sin idealizaciones ni comentarios subjetivos, dejando así al lector ser el espectador de una realidad narrativa transmitida casi de manera cinematográfica.

La precisión en la descripción del relato es crucial a estos fines. Se trata de una nouvelle que habla de un proceso de iniciación del narrador en el mundo de la crueldad a la que lleva un territorio hostil y el desenlace lógico de una tragedia.

La figura del maestro marca ese quiebre del narrador: primero mirado como un héroe, después como un pobre tipo, después como alguien a quien traicionar. Ese narrador bien me recuerda al personaje de El Polaquito, a la mujercita de La Raulito, al protagonista de Los Olvidados de Buñuel o al atormentado personaje de Arlt en El Juguete Rabioso.

El libro está precedido por una frase: "No. Las noches de infancia no eran así".  No hay un relato idílico de la infancia aquí. No existen los personajes de Dickens no macerados por el horror, impolutos, un poco desencajados en una sociedad cruel como la de las calles de Londres. No existen esos personajes no mancillados en su honor porque tuvieron un idilio o plenitud en su vida campestre, en el recuerdo vivo de sus primeros años que les posibilitó "ennoblecerse por sobre su miseria". No hay sublimación de la fealdad que conlleva el hambre, la desesperación, la frustración constante.

Los personajes de Dughetti son brutalmente reales y sometidos constantemente a esas humillaciones y vejaciones del mismo sistema en que se desenvuelven. No hay héroes, no hay salvaciones, tampoco son seres despóticos, aman y sueñan, pero viven con mínimas opciones en un entorno que los expone a la violencia constante.

Existe, sí,  un mundo bello narrado con gran poesía y hermosas metáforas. Pero esa belleza está en el paisaje, testigo mudo del "horror pánico" (Marx) de la pobreza. Del otro lado, está lo que los hombres han hecho del mundo: destruirlo.
Como en Gorki, creador del realismo social, como en los narradores del relato social de los 20 -los de Boedo-,  no hay un resquicio para escaparse de ese dolor, ni grandes rebeliones, ni causas colectivas de banderas comunes luchando contra el engranaje de la corrupción y el vicio político. No los hay...
El espacio es como un ghetto, acorde a la planificación espacial que en 2003 creó en Córdoba esos "barrios-ciudades" para esconder la pobreza y apartarla paradójicamente del acceso clave a bienes y servicios.
Sobrevuela una mosca al final: entre el cielo y la tierra. Entre la muerte y la basura. Una imagen escatológica que abre el doble significado del término: el despojo de lo inútil y lo extra-terrenal. Se puede volar, surcar el cielo con la bicicleta roja, cruzar la herida abierta de la noche de los desvelados. Pero nunca tan alto...


Análisis del cuarteto



 TEMAS DE CÁRCEL:



Este  tema -"Libertad", incluido en el CD "Popularísimo" de 1988 (único autor Juan Carlos Jiménez Rufino)- conjuga dos aspectos muy relevantes en el género cuartetero. Por un lado la cuestión del “ladrón noble” que roba para sobrevivir y, en segundo término, la traición de la mujer amada. Por lo tanto es un relato de alguien que padece los agravios del exterior: la pobreza, el sistema policial, la mujer que lo decepciona, su propia soledad y en ese sentido no es artífice de su propia vida sino, por contrario, un espectador de la tragedia que se cierne sobre sí.


En el nivel actancial, la estructura del relato es simple: un sujeto es dinyunción con un objeto de valor “dinero”, entra en conjunción con ese valor por medio del robo,  pero no logra jamás salir de su estado de carencia inicial pues la “mala suerte” multiplica sus desgracias en una estructura cíclica que se repite y que lo reduce al estado del “preso”.

El protagonista no tiene libertad: ni de decidir otro destino que no sea robar (porque no tiene dinero ni para sobrevivir), ni la posibilidad de rescatar su relación porque está preso, ni la opción de la felicidad pues sigue “preso” de un sentimiento no correspondido.
En realidad ya está "preso" de su vulnerabilidad antes de estarlo en una cárcel.



Me recuerda al particular caso que refiere Spivak en ¿puede hablar el subalterno? Cuando se produce un estado tal de desposesión, el subalterno (el pobre) no tiene casi opciones o resquicios de libertad, pues además no hay espacios de legitimación que sostengan su verdadera voluntad. Y ello suele suceder hasta con los postulados más progresistas que adolecen de cierto "paternalismo" para tomar directamente la "voz" del otro sin antes preguntar, dejándolo mudo.
 En el caso más extremo, la muerte suele ser el único instrumento de su voluntad.

Vivía humildemente y muy feliz, 
pero la vida me maltrató 
y tuve que robar para vivir, 
la mala suerte me acompañó. 

Acabo de salir en libertad, 
llego a mi casa no encuentro a nadie, 
Tan solo unas palabras en papel 
que ella escribió tiene un amante,
 

Y yo que pasaba las noches en vela mirando tus fotos 
y a mis amigos de celda de ella les hablé, 
llegué a llorar como un niño muy triste y muy solo, 
eran falsos cariños también el amor de ayer, 

Hoy libertad, libertad, libertad no te quiero, 
hoy libertad, libertad, libertad sin tus besos, 
hoy libertad, libertad, libertad yo te odio, 
hoy libertad, libertad, libertad tu me dejas tan solo 

Se ve que las paredes están frías 
ya hace ya tiempo se fué con él, 2
pues fui preso de la vida 
la quise tanto me equivoque, 

El marco de la noche ya llegó 
la soledad es mi enemiga 
yo necesito alguien para hablar 
un familiar, un buen amigo. 

Y yo que pasaba las noches en vela mirando tus fotos 
y a mis amigos de celda de ella les hablé, 
llegué a llorar como un niño muy triste y muy solo, 
eran falsos cariños también el amor de ayer, 

Hoy libertad, libertad, libertad no te quiero, 
hoy libertad, libertad, libertad sin tus besos, 
hoy libertad, libertad, libertad yo te odio, 
hoy libertad, libertad, libertad tu me dejas tan solo...





 El siguiente tema interpretado por "La Mona" es de Néstor López, Coquito Ramaló  y Moreno Roberto y está registrada en SADAIC en el años 2000, en el compilado del "Cuarteto de Oro: el Ritmo que invade".

En este caso se pone en tela de juicio la “legalidad” de sistema judicial en tanto no es equitativa para pobres y ricos. De esa manera, el “yo” compensa su crimen cuestionando el funcionamiento corrupto de los jueces que se dejan sobornar por los ricos.

No es la primera vez que oímos un relato semejante, esta lógica estaba presente en los poemas gauchescos. En el Juan Moreira o en el Martín Fierro. Si el estado funciona de manera ilegal no puede reprochar la ilegalidad del sujeto que se hace “gaucho malo” una vez que ha sido objeto de miles de vejaciones y frustraciones.









NO TRIBUNALES

Eres joven que eres juzgado,
 
y no te dejan en paz,
 
ellos sólo ven lo malo,
 
pero nunca quieren ver la realidad
 

Si tú eres pobre y no te dejan ni hablar,
 
se ponen ciego echando años,
 
sabiendo que esa vida
 
la van a destrozar
 

Los tribunales que hacen siempre
 
lo que quieren, y que condenan
 
a la gente sin piedad,
 
que si los ricos le afianzan los placeres,
 
ellos no dudan y le dan la libertad
(...)
 
Condenan todos los días,
 
con ley o sin ella, allí vas a parar,
 
que mala que es la vida,
 
pero se lavan las manos, todo les da igual
...


MODELOS DE MUJER



La cuestión de la prostitución ocupa un lugar relevante en la discografía de Jiménez. Pero a 

menudo se percibe como un reclamo hacia la mujer "fría y calculadora" que busca a los 

hombres por dinero y no por amor , como se percibe en los temas "Callejera" y "Amor al 

contado":

Callejera, 
 
callejera no te puedo arrancar,

de mi pecho como hierba,

hierba mala que

no muere y hace mal.

Como no sentir celos,

esos celos que queman por dentro,

es la mujer que yo amo,

tiene amor que no entiendo.

Como voy a amar tu cuerpo,

que se ha quedado sin alma,

que esta vacio y no siente,

cuando mi cuerpo lo ama.




El que narra, es el hombre abandonado por una 

mujer desalmada que "vende sus besos", los que antes eran de èl. Ese "yo lírico" se siente 

incapaz de competir con esos 

postores adinerados y se queda lamentando la mala partida en su juego de seducción

debido a su pobreza.


 Por el contrario, el  tema "Mary, la del burdel" -de la triada Britos-Tapia-Jiménez del disco 

"15 Grandes Éxitos" de 1996-, expresa el dolor de la mujer que se prostituye para subsistir. 

El relato es diferente a los otros, porque se habla de una madre. 

Como en el tango, hay en el cuarteto una gran idealización de la mujer-madre y no así de la 

mujer-amante, propensa al engaños, la estafa, la traición:


La posición de dominio  de la madre la acerca al rasgo que Lacan destaca en el imaginario del niño
pequeño: todopoderosa. Al perderla el hombre se destruye. Es una dimensión pasional del amor encarnado en un tipo de mujer que es capaz de llevar al hombre a lo peor.  

Además, la madre engaña cuando en el trapsaso hacia adultez el sujeto debe abandonar ese seno cálido y protector de su figura para abrirse camino en un mundo hostil. Entonces, ya no hay lugar para los sentimientos cálidos, el peligro acecha a cada paso.  En este tema, la prostituta esta mirada con dolor y comprensión total de su postura: porque es madre e incluso hay un reclamo fuerte al cafishio, que es el ejecutor de su muerte. Mary no se recuerda como puta, sino como madre. 
El tema de las milongas y las "costureritas que dieron el mal paso" era frecuente en los años 20, en el tango, como en el sainete o la novela social de Boedo. La mujer-niña que se hace adulta al enfrentar la pobreza del mundo. La mujer que sueña un mejor futuro y encuentra la tragedia.

Ahí sale mari como todas las mañanas del burdel 
y tambalea por  el alcohol que se ha bebido
,
porque su hijo esta muriendo en el penal
.
y los clientes no la quieren ya mirar.
 
Ya no la invitan, ya esta demás
  

Porque su cuerpo ya no tiene sus 20 años 
porque se ve que tantas noche de alcohol
 
y amor comprado hicieron mal
 
y las mocosas se le ríen sin piedad.
 

Ahí sale mari solo con 3 pesos en su bolso
 
y un papel es lo que lleva
,
bajo el farol espera q él venga a buscarla
 
y siente miedo esta vez sera fatal.
 
Si no hay dinero como un loco el se pondrá
 
y sube al auto muy temblorosa
 
luego un disparo se logra escuchar
 
se abre la puerta y ella cae
 
ya no hay mas vida la herida es mortal.
 

mari!! Sólo  la llora su hijo en el penal
 
y quienes no saben nada diran
 
quien mal anda mal acaba
 
friamente juzgaran.
 


  La misma mari que a tantos hombres
 
hace tiempo arrodillo antes sus pies
,
tirada esta entre los pies de un policía
 
que revisa para ver su identidad
 
mientras se juntan los curiosos andar.
 
el cruel destino y que ironía
 
cuando era niña solia jugar
 
con sus muñecas en esta calle
 
la misma calle donde hoy muerta está.
...



TEMAS DE OTRAS PROBLEMÁTICAS 


 




En esta canción hay un homenaje a la raza negra a quien se considera “la mejor”por su aporte musical que “fue transmitido a todo el mundo a través de la inmigración”. Recordemos que a la clase popular cordobesa se la tilda con el mote de “negros”, un significante que puede ser trocado por varios significados. Mientras que el blanco, en especial el europeo y el norteamericano, son los símbolos de la Civilización -según Sarmiento y varios otros intelectuales de su escuela “determinista” – el negro quedó relegado a un desprecio por su cultura y su aporte aún después de la abolición de la esclavitud.

Lo oscuro, lo negro, tiene una larga tradición como sinónimo de “barbarie” que tuvo uno de sus mayores puntos de desarrollo con el auge del Siglo de Las Luces. El “iluminismo” venía precisamente a querer erradicar la oscuridad en la que estaban sumidas las masas y también incluso algunos nobles.

Lo oscuro remitía a la ley consuetudinaria, al pensamiento no científico, incluso a la conducta amoral. Pero todo ello fue perjudicial, pues significó un gran menosprecio al contenido simbólico creado en especial por el pueblo.

Aunque muchos filósofos de la era encarnaron una lucha feroz a través de sus escritos a favor de los oprimidos; ello no revirtió que a nivel intelectual su oposición tajante con lo medieval significara una amenaza también para esa cultura popular que subsistía en los iletrados.

La palabra "negro" es un adjetivo calificativo que no debiera tener mayor valor despectivo, pero lo tiene en nuestra provincia. El "negro" cordobès es el que posee un origen humilde. Es un sello de origen que cierta parte de su comunidad estampa para sentenciar que "de allì no pasaràs". Puede ser con rabia (negro de m...) o con temor de perder lo conquistado (el sueldo, el auto y hasta la vida) o con un aire paternalista y compungido: El "pobre negro". Puede ser el "buen salvaje" de Rousseau. El negro que tiene una vida tan diferente  a la del blanco (en este sentido, el que no es pobre, el burgués) que es sólo digno de compasión y caridad. Para Horacio González, se formó en los años del menemato cierta "inteligentzia" legitimadora de saberes, excluyentes e indiferentes de los valores de la cultura popular e incluso restrictiva al acceso de las clases populares. El pobre pasó a ser, sin más, sinónimo de "bruto" u "ignorante" y ese recelo en ellos germinaría en un sentimiento de frustración hacia la "cultura oficial", los valores caducos del ascenso social por las vías tradicionales del trabajo o la educación porque estaban viciados de corrupción y malestar.
Cuando el negro se politiza es diferente. Es la patota peronista o la chusma irigoyenista. Todo este gran meollo hace que el negro parezca estar siempre en un lugar de enunciaciòn que "usa" y "abusa" de su figura, pero que pocas veces le da genuina voz. De allí la importancia de este homenaje al Continente Africano.


Raza Negra

En el mundo existen diversas 
raíces u orígenes étnico musicales,
 
producto de vivencias,
 
conformación geográfica
 
y básicamente la necesidad
 
del hombre de nutrirse espiritualmente
 

En base a éste fundamento
 
y sin subestimar las demás
 
manifestaciones artísticas, la música,
 
es quizás la más importante
 
e imprescindible por ser la
 
de mayor poder de comunicación
 

Éste trabajo va orientado a difundir
 
a un continente olvidado,
 
menospreciado, tildado injustamente
 
de salvaje e inmoral,
 
por la relación vital
 
que la música entra por la piel
 

Dicho continente es el África,
 
el africano representa a nivel mundial
 
y a nuestra modesta opinión, el mayor
 
aporte a la música, por la influencia
 
ejercida por aquellos que emigraron
 
al resto del planeta
 

Semilla de cacahuate,
 
de mandioca y de café,
 
Semilla de cacahuate,
 
de mandioca y de café
 

Tierra negra, tierra negra,
 
sol quemándole la piel,
 
abrazado a la esperanza
 
de sembrar y recoger
 

El ruego de aquel moreno
 
La luna pudo escuchar,
 
El ruego de aquel moreno
 
La luna pudo escuchar
 

Ay, Diosito yo te pido,
 
No te vayas a olvidar
 
De mi raza, raza negra,
 
No te vayas a olvidar
 

Fuego en la sangre,
 
fuerza en el alma, hambre de libertad,
 
murmullo de un canto negro
 
que le brota de la piel
 

Raza negra, raza negra
 
Raza negra, raza negra
 

En el día de su fiesta, los negros tocan tambor
 
en el día de su fiesta, los negros tocan tambor,
 
por la fe, por la esperanza, por la raza de color,
 
por el surco, por la siembra, por el fruto del amor
 

Fuego en la sangre,
 
fuerza en el alma, hambre de libertad,
 
murmullo de un canto negro
 
que le brota de la piel
 

Raza negra, raza negra
 
Raza negra, raza negra
 

Raza negra, raza negra
 
Raza negra, raza negra
 


TEMAS RELATIVOS A LA CONSTRUCCIÓN DEL ÍDOLO POPULAR:

 



Me llaman el renegado 
porque yo tengo mi propia ley
 
soy defensor de los pobres
 
abandonados sin un porque.
 

Me llaman el renegado
 
contra corriente yo vivire
 
luchar contra la injusticia
 
es mi destino y lo cumplire
 

Renegado, renegado
 
dicen que soy
 
porque lucho, contra el odio
 
el racismo y la explotacion
 

renegado, renegado
 

Me llaman el renegado
 
porque yo tengo mi propia ley
 
soy defensor de los pobres
 
abandonados sin un porque.
 

Me llaman el renegado
 
contra corriente yo vivire
 
luchar contra la injusticia
 
es mi destino y lo cumplire
  


Renegado, renegado
 
de corazon
 
yo levanto mi bandera
 
no me rindo ante el dolor
 

Renegado, soy un renegado
 
y no hay poderoso que acobardado
 
Renegado, soy un renegado
 
lucho por mi gente y los desamparados