domingo, 20 de mayo de 2012

ENTREVISTA AL CANTANTE Y ESCRITOR CORDOBÉS RAMIRO PROS (FRAGMENTOS)




Mariana: Tu posibilidad de ingresar al discurso literario, en este caso, es cierta estetización del marginal, de la pobreza, no mediante el realismo sucio o el miserabilismo (como otros autores) sino mediante el absurdo… En este sentido me parece que marginalizás un poco a la clase burguesa.
Ramiro. Sí. Es como dar vuelta las cosas un poco.


Mariana: ¿El humor es una forma de resistencia para el marginal en tu representación?

Ramiro:   Es un poco una toma de conciencia, ridiculizando a los demás. La generación nuestra viene de un desengaño tremendo, ya venimos con la tristeza incorporada, algunos los solucionan desde la falta total de compromiso a eso. Yo escribo desde la derrota, venimos desde la falta total de ideales (se refiere al menemismo), también hay como – ahora- una cierta obligación al compromisoEn muchos casos ese compromiso se limita a nombrar cosas u opiniones. Hay un aprovechamiento del vacío que traemos para querer hacernos sentir orgullos de cualquier contenido, porque hay una fuerte necesidad de pertenencia. La falta de compromiso es una pertenencia, y a su vez el compromiso impuesto es otra. Lo que hay que desarrollar con la conciencia es un compromiso profundo, que al reconocer el pasado reconozca su esencia, no su cáscara, que ese conocimiento libere en vez de enjaular.

Mariana: ¿Qué opinión tenés del gobierno?

Ramiro: No estoy inserto en un partido, pero tengo alegría de algunas cosas.  Apoyo cosas que coinciden con el gobierno porque sé que son mérito de largas luchas y no de un poder en particular. Como anarquista que quisiera ser zurdo tengo una crítica muy fuerte a todo tipo de progresismo.

Mariana: Tus textos son muy visuales y dinámicos…

Ramiro: A mí tampoco me gusta esta nueva narrativa donde, de repente, está el tipo sentado, y no pasó nada en el relato, donde el narrador interviene para comentar y me parece que convoca menos a los lectores a que hagan su  interpretación de los hechos.  Sin embargo, yo pienso que el autor tiene que hacerse cargo de su trabajo y no lavarse las manos describiendo acciones para que el lector se las ingenie solo si es que quiere deducir ideas de eso. Antes (cuando hacía haikus) no me importaba dejar colgado al lector o no, pero ahora sí me importa. O sea que el dinamismo estaba en primer plano. Ahora trato de que esté al servicio de algo. Y no es una cuestión didáctica. Puede ser el delirio más grande pero se coloca al lector en ese delirio, no se lo discrimina.

Mariana: Es llamativa la representación del marginal que hacés en “Chaplin”. Me gusta aquél  poema donde el hijo ve a un marginal en el colectivo y le cuenta a la madre que vio a Chaplin y ésta no le cree (1)
Ramiro: Es cruel ese texto. Una generación le transmite a la otra su crueldad. Lo podés abordar con humor, pero es algo tráfico lo que se está tratando. Demuestra la hipocresía de la burguesía. De cómo el tipo pudo ser famoso, pero al no encajar en la sociedad no existe simplemente, es una caricatura. Me gusta mucho Chaplin, por eso, es una figura tragicómica que ironiza situaciones trágicas. Son los antihéroes, como El Chavo del 8.  Son personajes mínimos, son tipos que, por lo menos por la fuerza no van a ganar…


Ramiro: ¿El escritor es un poco el bohemio, como Chaplin?

Mariana:Yo nunca he sido rico, ni voy a serlo nunca, pero podría tener un trabajo "como cualquier otro", es una elección de vida.Yo me siento como el  Chaplin del poema, pero no me gusta querer ocupar el lugar del “otro”, me parece mal, victimizarse.  No me gusta la demagogia.

Mariana: Me parece muy interesante tu obra, por el tratamiento “absurdo” que le das a esas situaciones cotidianas:

Ramiro: No me sale de otra manera, una manera “seria”, bufonesca, eso tiene que ver con el absurdo que decís en mis cuentos, pero también tiene que ver con una manera de ver la realidad. Para realista ya tenemos las cosas en sí mismas. Yo creo que el realismo como método es irreal, la pretensión de objetividad no es posible, siempre hay una subjetividad. Me parece injusto. Con respecto a lo absurdo, la manera que yo encuentro de enfocar las cosas, es exagerándolas, en cierta forma burlesca, sarcástica.


Mariana: A través de los juegos fonéticos designas lo que las palabras no pueden decir.

Ramiro: No lo analizo, son juegos que hago. En Sobra Compacta estaba recién trabajando sobre las herramientas, en realidad siempre hay denuncias a cuestiones sociales, pero me parece que se van tratando de pulir y a lo mejor no había pasado yo por la experiencia de la explotación, de andar en la calle, cosas reales que me fueron pasando en esos momentos. Pero hoy está en primer momento lo que estoy diciendo, no la forma.


Mariana: ¿Cuál es la posición del artista con respecto a la función social?
Ramiro: Es largo el asunto de la función. Empieza por tener que escribir y sigue por hacer visible una denuncia a través de esa escritura. Y continúa. Hay que pedirlo todo y darlo todo.

Mariana: ¿Qué pensás del mecanismo de venta de las editoriales independientes?, ¿se puede vivir de esto?
Ramiro: Tengo amigos que viven de esto, uno de ellos vende los libros en bares todas las noches, es posible hacerlo. No compra sus propios derechos de autor, pero los fabrica en su casa y los sale a vender. Es todo un circuito.  Incluso creo que ganamos más así que los que estamos en las editoriales grandes . Ante todo me parece bien que las cosas se difundan aunque no den guita.

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